Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los
recursos marinos para el desarrollo sostenible.
Los océanos proporcionan recursos naturales fundamentales como
alimentos, medicinas, biocombustibles y otros productos. Contribuyen a la descomposición
molecular y a la eliminación de los desechos y la contaminación, y sus ecosistemas
costeros actúan como amortiguadores para reducir los daños causados por las
tormentas. Mantener la salud de los océanos ayuda en los esfuerzos de
adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
Los niveles de residuos en los océanos, cada vez mayores, están teniendo
un gran impacto ambiental y económico. La basura marina afecta a la diversidad biológica,
porque los organismos pueden enredarse en los detritos o ingerirlos, lo que
puede matarlos o hacer imposible sureproducción.
En lo que respecta a los arrecifes de coral, un 20% de los mismos ha
sido destruido y no se observan perspectivas de recuperación. Aproximadamente el
24% de los arrecifes restantes está en peligro inminente de desaparición por presiones
humanas, y un 26% está en riesgo de desaparición a más largo plazo.
Las costas son también un gran lugar para el turismo y las actividades
recreativas. Además, las zonas marinas protegidas contribuyen a la reducción de
la pobreza aumentando las capturas de pesca y los ingresos y mejorando la salud
de las personas.
También ayudan a mejorar la igualdad de género, ya que las mujeres
realizan gran parte de las labores en la pesca a pequeña escala.
El medio marino alberga además una asombrosa variedad de criaturas
hermosas, que van desde los organismos unicelulares hasta el animal más grande
que habita en la Tierra, la ballena azul. También es el hábitat de los
arrecifes de coral, uno de los ecosistemas con más diversidad biológica del
planeta.